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El Misterio de Agartha: La Civilización Oculta en las Profundidades de la Tierra


Desde niños aprendemos que la Tierra está formada por varias capas: corteza, manto y núcleo. Pero ¿y si todo lo que sabemos fuera apenas una fracción de la verdad?
¿Y si, bajo nuestros pies, existiera una civilización antigua y avanzada, escondida del mundo exterior durante miles de años?

A lo largo de la historia, muchas culturas —desde la India, Babilonia y China hasta los mayas— hablaron de mundos subterráneos habitados por seres extraordinarios, sabios inmortales y dioses olvidados. En esos relatos, el nombre “Agartha” aparece una y otra vez: una ciudad luminosa situada en el corazón mismo del planeta.

Agartha: La ciudad dentro de la Tierra

Según los mitos, Agartha es un reino completamente independiente del mundo exterior. Sus habitantes habrían desarrollado una sociedad de paz, conocimiento y tecnología más allá de nuestra comprensión, lejos de la violencia humana.

En la tradición hindú, se habla de Pátala, una región subterránea de belleza indescriptible, llena de ríos, montañas y jardines eternamente iluminados.
Los mayas narraban la existencia de Xibalbá, y los aztecas contaban que sus ancestros surgieron de siete cuevas sagradas situadas en el interior de la Tierra.
Incluso en las religiones orientales, los conceptos de “inframundo” o “reino de las sombras” evocan la idea de un mundo paralelo, reflejo del nuestro.
¿Podrían todos estos mitos provenir de un mismo recuerdo ancestral?

El extraño testimonio de un hombre llamado Teem

Uno de los relatos más citados sobre Agartha es el del estadounidense Teem, originario de Seattle.
Durante un viaje marítimo en los años 60, su barco fue arrastrado por una tormenta y se hundió. Teem perdió el conocimiento.
Al despertar, se encontró en un lugar completamente desconocido: edificios redondeados, hechos de un material brillante parecido al mármol, iluminados por una luz suave sin sol ni sombras.

Un hombre de cabello blanco y mirada serena le explicó que se hallaba en Agartha, el mundo dentro de la Tierra.
Antes de dejarlo volver a la superficie, el hombre le entregó un silbato y le dijo:

“Cuando soples esto, los hombres de arriba no te oirán, pero nosotros sí.”

Teem contó su experiencia, pero nadie le creyó. Solo su abuela —una médium sueca— confió en su palabra y lo puso en contacto, mediante meditación, con Mariana Sten, una investigadora espiritual.
Fue ella quien registró la historia en su libro “Agartha: El Mundo Interior de la Tierra”, publicado en Suecia años después.

La teoría de la Tierra Hueca


Aunque parezca descabellado, la idea de una Tierra hueca no es nueva.
El astrónomo Edmond Halley (descubridor del cometa Halley) propuso en el siglo XVII que nuestro planeta estaba formado por varias capas huecas con atmósferas propias, y que las auroras boreales eran emanaciones de esos espacios interiores.

Más tarde, el físico Johannes Simms sostuvo que “los seres humanos podrían vivir perfectamente dentro de la Tierra”.
Y en el siglo XX, un nombre legendario daría nueva vida a este mito: el del almirante Richard E. Byrd de la Marina de los Estados Unidos.

La expedición de 1947 al interior de la Tierra

En un supuesto diario revelado en 1965, Byrd narró su sobrevuelo del Polo Norte en 1947.
Aseguró haber visto valles verdes, ríos cristalinos y criaturas prehistóricas como mamuts y reptiles gigantes.
También describió objetos voladores circulares que lo escoltaron hasta una base subterránea.

Allí, una voz le habló por radio, dándole la bienvenida “al reino interior de la Tierra”.
Según el diario, Byrd conoció al líder de una raza llamada Arianni, descendientes de una antigua civilización que vivía en Agartha.
Estos seres le advirtieron sobre el peligro de las armas nucleares y el futuro de la humanidad.

Al regresar, Byrd habría recibido la orden de mantener silencio absoluto.
Su diario se hizo público solo después de su muerte, convirtiéndose en uno de los documentos más controvertidos del siglo XX.

Pruebas científicas y misterios geológicos


En tiempos recientes, geofísicos descubrieron dos “masas continentales ocultas” situadas a unos 2 900 kilómetros bajo la superficie, una bajo el Pacífico y otra bajo África.
Estas formaciones ocupan un tercio del manto terrestre y, según análisis sísmicos, tienen una composición más antigua que los continentes conocidos.

Mientras la teoría oficial sostiene que son restos del manto primitivo, algunos investigadores alternativos creen que podrían ser vestigios de una civilización desaparecida, o incluso los restos de un planeta que colisionó con la Tierra hace miles de millones de años.

Los nazis y el enigma de la Antártida

Durante el Tercer Reich, algunos altos mandos alemanes mostraron gran interés por la idea de la Tierra hueca.
En 1938, organizaron una expedición a la Antártida y establecieron una base llamada Neu-Schwabenland.
Viejos documentos alemanes mencionan túneles que conducían a un mundo subterráneo, identificados como la “entrada a Agartha”.

Aunque gran parte de esos archivos desapareció, los rumores persisten:
¿Descubrieron los nazis un secreto que sigue oculto hasta hoy bajo el hielo?

Conclusión: El misterio continúa

Hasta el día de hoy, nadie ha podido probar la existencia real de Agartha.
La ciencia lo considera un mito, una fantasía nacida de antiguas leyendas.
Pero los creyentes aseguran que la civilización del interior aún existe, observando a la humanidad desde las sombras.

Quizá todo sea solo una historia fascinante.
O quizá, mientras miramos al cielo buscando vida en otros planetas, la mayor de las civilizaciones perdidas nos esté esperando justo bajo nuestros pies.

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